martes, 16 de septiembre de 2008

LOS MIXTECAS

LOS MIXTECAS

L os mixtecos se asentaron al poniente de la región oaxaqueña, en la misma época en que los zapotecas lo hicieron en el Valle. Por las investigaciones arqueológicas sabemos que existieron aldeas en sitios como Monte Negro y Etlatongo, y en Yucuita en la Mixteca Alta, hacia el año 1500 a.C. hasta el 500 a.C. Para este periodo establecieron contactos con otros grupos no sólo a través del intercambio de productos, también de modelos tecnológicos y artísticos, que pueden observarse en los estilos y formas que comparten con las culturas desarrolladas en lugares tan alejados como la cuenca de México, la zona de Puebla y el Valle de Oaxaca.

Las aldeas mixtecas tuvieron también un patrón de asentamiento basado en unidades habitacionales que congregaron a varias familias nucleares, cuya economía estaba basada en la agricultura. El desarrollo de técnicas para el almacenaje de alimentos propició el incremento de clases y tipos de objetos de cerámica, así como construcciones en pozos subterráneos.

Yucuita es otro de los asentamientos importantes de este periodo, quizá subordinado a Yucuñadahui a 5 km. de él. Se localiza en el Valle de Nochixtlán sobre una loma plana y alargada y para el año 200 a.C. había alcanzado un tamaño de población de varios miles de habitantes.

Los primeros centros urbanos mixtecos eran pequeños, con una población de entre 500 a 3,000 habitantes. A diferencia de lo que sucedió en los valles centrales de Oaxaca, en la Mixteca no hubo el predominio de una ciudad por largos períodos como en el caso de Monte Albán, ni se alcanzó el tamaño y densidad de población de ésta.

Las comunidades mixtecas mantenían una competencia constante, sus nexos y alianzas eran temporales e inestables, con conflictos por el poder y el prestigio. Los centros urbanos también servían para congregar a la población en los días de mercado y como centro de reunión con otros grupos vecinos.

En estos sitios predominan las grandes plataformas y los juegos de pelota. Para este periodo existe ya una presencia clara de escritura por medio de glifos y representaciones trabajadas en piedra y en cerámica, tanto de figuras y lugares específicos, como de fechas calendáricas.

En cuanto a la organización social se nota una diferencia en estatus sociales, de acuerdo con los distintos tipos de vivienda y objetos encontrados en ellas, característicos de las tumbas y de sus ofrendas que ciertamente variaban de acuerdo al rango social del individuo.

Para la siguiente etapa, a la que podemos denominar la de los señoríos, cacicazgos y reinos, la sociedad se encuentra ya estratificada en varios grupos fundamentales: los señores gobernantes y principales; los macehuales o comuneros con tierras propias, campesinos sin tierras y los esclavos; este fenómeno no sólo ocurre en la Mixteca, lo mismo sucede en la mayor parte de la región oaxaqueña.

En la Mixteca Alta el sitio más importante para el periodo Postclásico (750 a 1521 d.C.) fue Tilantongo, al que se denominaba como Nuu Tnoo Huahui Andehui, Templo del Cielo, reino del famoso dirigente Ocho Venado Garra de Tigre. Otros señoríos importantes fueron Yanhuitlán y Apoala. Uno de los rasgos sobresalientes de esta etapa es el alto grado de desarrollo artístico y tecnológico alcanzado por los mixtecos; bellos objetos de cerámica policroma, figuras y herramientas de obsidiana confeccionados con gran calidad, grabados hechos en hueso con representaciones tipo códice, ornamentos de oro, plata, turquesa, jade, concha y algo que destaca de manera significativa: los manuscritos pictográficos o códices de gran valor estético e invaluables, sobre todo, por el contenido histórico y religioso que se desprende de ellos.

Este periodo fue de gran movilidad demográfica, debido a diversos factores, entre los que merece una mención especial la llegada de los aztecas hacia el año 1250 d.C., y las incursiones e invasiones mexicas que ocurrieron dos siglos más tarde. Algunos grupos mixtecos invadieron a su vez el Valle de Oaxaca, conquistaron Zaachila y establecieron un señorío en Cuilapan.

La Mixteca se encontraba dividida en una red de señoríos constituidos por cada uno de los pueblos y sus comarcas aledañas. Algunos estaban agrupados en una serie de provincias mientras otros permanecían independientes.

Entre los más grandes se pueden citar a Coixtlahuaca, Tilantongo, Tlaxiaco y Tututepec. A estos señoríos se les denominaba también reinos y tenían sus sedes en las ciudades más importantes de ese momento.

De acuerdo a diferentes fuentes etnohistóricas, Tututepec fue el reino más poderoso de la Mixteca de la Costa. Se extendía en más de 200 km. a lo largo del litoral del Pacífico, desde el actual estado de Guerrero hasta el puerto de Huatulco.

Ejerció dominio sobre varios pueblos cuya composición étnica era contrastante como fueron los amuzgos, los mexicas y los zapotecos. A la cabeza de cada pueblo estaba un cacique que había heredado el poder como máxima autoridad.

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Para finales del siglo VII de nuestra era, los mixtecas se fueron estableciendo en la sierra poniente de Oaxaca, en donde fundaron numerosas ciudades, entre ellas Tilantongo, Coixtlahuaca y Yanhuitlán.

A pesar de que los mixtecas ocuparon los valles áridos, elevados y fríos de la sierra de Oaxaca y, por lo tanto, las condiciones para la agricultura les eran adversas, fue ésta su actividad fundamental y para ella utilizaron los mismos instrumentos y procedimientos de los restantes pueblos mesoamericanos. Sin embargo, determinaron que la caza y la guerra fueran actividades vitales para ese pueblo.

Al final del siglo XII, importantes grupos mixtecas se trasladaron al valle de Oaxaca en donde disputaron el control de esos territorios a los zapotecas, esta situación se mantuvo hasta la llegada de los españoles a la región.

Pectoral de Mictlantecuhtli, trabajado en oro.

A los mixtecas se les ha considerado como los más diestros artesanos del México antiguo; trabajaron con extraordinaria habilidad la orfebrería de la que se conservan hermosas piezas labradas en oro, también se distinguieron en el tallado de hueso y el cristal de roca y pintaron códices en forma de biombo, utilizando la piel del venado. Algunos de los más importantes de esos códices son el Nuttla, el Vindibonenci y el Bobley.



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